Los movimientos feministas y a favor de la igualdad de género y sustantiva se enfrentan diariamente a obstáculos difíciles de superar, más no imposible. Una parte de los “hombres” sigue sin entender que en un mundo violento, las mujeres, niñas, niños y adolescentes, son los principales objetivos de las personas violentadoras. No entienden –entendemos- que las mujeres tienen derechos y no son un objeto.

Las instituciones evolucionan lentamente, pero –tanto las privadas y públicas- siguen sin generar la paridad para garantizar los derechos humanos y, especialmente, los derechos laborales de las mujeres (incluyendo el sueldo y la compensación por las que ejercen los cuidados en el hogar).
Un tercer elemento, aunque no el último, son los medios de comunicación que avanzan sobre el siglo XXI sin atender y entender lo que significa violentar y vulnerar los derechos de las mujeres.
En estos días un medio de comunicación del estado de Querétaro (Noticias de Querétaro) publicó una caricatura que pretende ser chistosa, pero que resulta ser vergonzosa. No es vergonzosa solamente por ofender a las mujeres que se manifiestan los 8 de marzo de forma agresiva, sino por no entender el por qué.
El caricaturista intentó ser chistoso conminando a que las mujeres “que aprovechan estos movimientos feministas para otros fines”. La caricatura (Éste 8 de marzo prohibidas las feminazis) utiliza la suástica y una cruz cristiana de cabeza, color morado, bajo un círculo rojo con una diagonal que recuerda el “se prohíbe”. La caricatura y la disculpa del caricaturista puede verse en https://www.instagram.com/p/DG0NunSNUza/?igsh=dzh5d2VoMjJ0MG55.
Desconozco si la disculpa que publicó el caricaturista vaya acompañada por una instrucción del medio de comunicación para que el autor acuda a un curso o taller sobre la igualdad de género.
El “problema” del caricaturista no es único y aislado; decenas de medios de comunicación, veladamente, promueven el término “feminazi” como adjetivo de aquellas mujeres que, al participar en las manifestaciones, realizan acciones “violentas”.
En agosto del 2019, la Ciudad de México vivió el ascenso de las manifestaciones en contra de las violencias que vivían. Luego de que dos jóvenes denunciaran que fueron violadas por policías de la Secretaría y ante la omisión de acciones del Jefe de la policía, entonces Jesús Orta, diversas colectivas y colectivos marcharon para exigir justicia.
Bajo el lema #NoMeCuidanMeViolan las mujeres lograron convocar a miles más para poner en evidencia la violencia que vivían en el país, no solamente en la CDMX.
Arropadas por movimientos en diversos países de la región, especialmente en Chile y en Argentina, la rima “La culpa no era mía, / ni dónde estaba ni cómo vestía, / el violador eres tú,” las calles de la Ciudad conocieron una revolución que alertó sobre el pasado, presente y futuro.
Entre las diversas movilizaciones, como en la mayoría de los casos, aparecieron grupos radicales que “lastimaron” el mobiliario urbano y de algunas instituciones públicas. Inclusive, el titular de la Secretaría de seguridad Ciudadana de la CDMX fue “agredido”.
La opinión pública, atrasada en sus conceptos, dio mayor énfasis a los hechos violentos y no a las acciones que lo originaban: la violencia contra las mujeres.
Un comparativo simple: entre enero y julio del 2018, se cometieron 920 feminicidios y en el mismo período de 2019, 970. En 2024, hubo 839, es decir, una baja estadística de ¡131 en 5 años! Insuficiente para el país que queremos, para el país donde deben vivir las mujeres.
El esfuerzo de las y los colectivos feministas puso en duda la seguridad, las políticas públicas, los procesos judiciales (la forma de consignación del delito de feminicidio), las alertas de género y, sobre todo, el entendimiento de la sociedad sobre la violencia contra las mujeres.
El término “nazi”, de acuerdo con la Real Academia de la Lengua, significa: “adj. Perteneciente o relativo al nacionalsocialismo. / Sin.: nacionalsocialista. / Ant.: antinazi. / adj. Partidario del nacionalsocialismo. Apl. a pers., u. t. c. s. / Sin.: nacionalsocialista. / Ant.: antinazi.”
El nacionalsocialismo nos diría Karl D. Bracher en el Diccionario de política de Norberto Bobbio, “En su forma genérica es usado desde hace más de un siglo por varios movimientos e ideologías políticas que propugnan un tipo de socialismo diferente al socialismo internacionalista y marxista, que son contrarios al mismo”. Bracher agrega que para entender al nacionalsocialismo es necesario verlo desde su fenómeno histórico.
“El feminismo es un movimiento social cuyas características principales son: solidaridad, percepción específica de la realidad, ruptura y capacidad de producir. La solidaridad está dirigida a promover o impedir cambios sociales. La percepción de la realidad cuestiona las ideas normativas y reglas sociales que suponen desventaja para las mujeres”, afirmó la investigadora Montserrat Dehesa Santillán, en una plática reciente en la Universidad Nacional Autónoma de México (https://ciencia.unam.mx/leer/926/-que-significa-el-feminismo-sus-luchas-historicas-y-aun-vigentes-).
Así, el absurdo término “feminazi” para adjetivar a las mujeres que en marchas, mítines o manifestaciones realizan actos violentos es absurdo y solamente busca erosionar, por ciertas actitudes, un movimiento legítimo que nace desde la pluralidad, el respeto y la lucha por los derechos de las mujeres.
Este 8 de marzo #8M decenas de medios de comunicación y las redes sociales le darán cobertura a las manifestaciones de las mujeres, colectivas y colectivos, y evidenciarán, con mayor énfasis si hay algún hecho violento.
Algunos medios de comunicación, especialmente los que se dicen libertarios, deducirán y alegarán que la violencia contra el mobiliario urbano y las instituciones no es una forma de protesta, mientras omiten o callan sobre la violencia que se ejerce contra las mujeres en sus transmisiones, mundo del espectáculo, telenovelas, comentarios, películas y series. Sí, el movimiento de las y los colectivos feministas a favor de los derechos de la mujer no debe calificarse o adjetivarse como “feminazi” ¡Mi chavo, hay más violencia en la vida cotidiana que en las acciones de las mujeres peleando por sus derechos, le diría Michel Foucault al caricaturista que intentó ser gracioso y que, evidentemente, ha entendido muy poco sobre la violencia que viven las mujeres.
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